
Aunque los del norte se reirán de lo que llamamos mucho frío aquí en España hemos pensado que es un buen día para lanzaros algunos pensamientos sobre el frío, la nieve y los caballos. Tres serían los factores principales que deberías tener en cuenta si montar o no en un día de muchísimo frio.
Cuando las temperaturas bajan de ‘frescas’ a ‘muy frías’ no dejes de montar en función de la salud de tu caballo. La mayoría de los caballos pueden salir en lo mas duro del invierno siempre que sigas los siguientes consejos:
• En invierno las superficies sobre las que montamos pueden ser especialmente traicioneras. El suelo helado tiene la consistencia del asfalto, el barro irregular helado puede provocar daños en las articulaciones y cascos. Observa si sobre el terreno en el que estas montando puedes ver las huellas de tu caballo, si el suelo ‘no cede’ solo puedes ir al paso.
• El aire frio puede empeorar los problemas respiratorios. Algunos estudios nos muestran que el aire extremadamente frio puede provocar pequeñas inflamaciones en el pulmón. Si tu caballo tuviera problemas de respiración, especialmente de obstrucción de vías respiratorias, el aire frio podría agravar el cuadro; en este caso es mejor no salir con temperaturas bajo cero hasta que su problema respiratorio mejore. Por otra parte no lo protejas encerrándole en la cuadra, el polvo y los vapores de amoniaco son mucho más perjudiciales que el aire fresco.
• En invierno los calentamientos al comienzo de la sesión, serán más largos. Con frio los tendones, ligamentos y cartílagos necesitan más tiempo de preparación. Durante el calentamiento se preparan las estructuras básicas por el aumento del flujo sanguíneo, un proceso que nos llevara más tiempo si comenzamos en temperaturas más bajas. Al principio mantente al paso y a un trote lento, realizando ejercicios de estiramiento y ligeras incurvaciones, tomate el doble del tiempo de lo que harías en verano. Ten en cuenta que un caballo con artritis estará más rígido con el frio. Esta rigidez se resolverá con un calentamiento cuidadoso y gradual. Si tu caballo con artritis no se mejora durante los primeros 20 minutos de la sesión de entrenamiento, seguramente el problema no es la temperatura, es mejor entonces llamar al veterinario.
Montar nuestro caballo en una mañana de invierno con el crujir de la helada bajo sus cascos y el sol brillando, es una experiencia maravillosa y con estos pequeños consejos la salud de nuestro caballo está protegida.
Por último también un pequeño consejo para el jinete, mucho cuidado ese día cuando tu caballo sale de la cuadra, a ellos les encanta el frío y para entrar en calor y estirar los músculos se suelen botar con más ganas aún.